Las princesas de York tenían unas elegantes opciones de joyería para lucir en su boda; sin embargo, prefirieron la colección de su abuela y no la de su madre
Beatriz y Eugenia rechazaron la joya de bodas de su madre (Instagram)
Una de las características de las bodas reales en la monarquía británica, son las elegantes y hermosas joyas que se eligen para la ocasión. Normalmente, la novia utiliza una de las tiaras más bonitas que componen la colección real, como un préstamo que la familia le otorga en ese día especial.
La realeza británica cuenta con una amplia colección de tiaras y coronas que estaban bajo el cuidado de la reina Isabel II, quien ponía a disposición de su hija, nietas y esposas de sus hijos estas queridas piezas. Sin embargo, Sarah Ferguson gozó de un privilegio que ni la misma Diana de Gales obtuvo.
Se cree que cuando el príncipe Andrés decidió unirse en matrimonio con Sarah Ferguson en el año de 1986, la reina Isabel II y el príncipe Felipe decidieron mandar a confeccionar una tiara especial para la futura duquesa de York, la cual tuvo el privilegio de no devolver a la colección y tomarlo como un regalo de bodas.
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La York Tiara hizo su espectacular debut en la boda de Sarah y Andrew en la Abadía de Westminster, y estuvo oculta bajo una corona de flores hasta su gran revelación. Sin embargo, Sarah Ferguson continuó usando la tiara durante su tiempo en la familia real, e incluso después de su divorcio en 1996.
La última aparición pública de York Tiara fue en 2001, y la pieza no ha sido vista públicamente desde entonces. A pesar de que muchos consideraban que la boda de la princesa Beatriz y de la princesa Eugenia sería el momento de reaparición de la joya, eso no ocurrió.
Las hijas del príncipe Andrés y de Sarah Ferguson tuvieron bodas espectaculares y acordes a los estándares de la realeza. Eugenia se casó con Jack Brooksbank en el año de 2018, mientras que su hermana mayor, la princesa Beatriz, se unió en matrimonio con Eduardo Mapelli Mozzi en el año 2020.
Muchos de los seguidores de la realeza creían que alguna de las hijas, o incluso las dos, decidirían utilizar la joya que le fue reglada a su madre el día de su boda, sin embargo, Beatriz y Eugenia rechazaron la tiara de bodas de su madre, porque optaron por piezas más especiales de la colección de su abuela, la reina Isabel II del Reino Unido.
Eugenia de York optó por una diadema relativamente desconocida de la colección de su abuela, la reina Isabel II. La tiara Greville Emerald Kokoshnik presenta una esmeralda cabujón central que pesa 93.7 quilates, que está rodeado por una diamantes de talla rosa y algunas esmeraldas adicionales que complementan perfectamente los ojos verdes de la princesa.
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Mientras que la princesa Beatriz optó por no usar la tiara de York, aunque eligió una diadema de diamantes. La princesa de York usó la tiara Fringe de la reina María, la deslumbrante diadema con púas que la propia reina usó cuando se casó con el príncipe Felipe en 1947.
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